Vaya mierda, Paco… Ya te
puedes empezar a cuidar, ¿eh? Así no vamos a ningún lao… Venga beber to las noches pero es que ya ni te emborrachas. Valiente personaje… Y luego no eres capaz ni de improvisar un
poco, no sé, buscarte la vida, colarte en alguna trama de intriga, buscar un papelito de secundario…
Yo sólo te digo que ya
puedes espabilar, vamos, hacer algo que enganche al lector. Yo solo no puedo,
ya te lo digo. Por más que distribuya comas por la frase, a ver si alguien se
engancha, así no hacemos nada. Normal que los demás narradores se larguen. Mírate, si es que parece que te da igual…
Ye hincas la botella. inverosímil, digno de estudio. Ahora purito, pornete y punto pelota. Qué poca
ambición, desde luego. Al final me lo acabas pegando, como siempre. De verdad
que siento pena. To el día en chándal, los pelánganos de la nariz, mordisqueando el
mando de la tele, ¿con la gorra del Madrid...? Pero Paco, si tú eres
del Sevilla.
Ya podrías salir un
poquito a la calle, ver mundo, que vas pegao
a un bar desde que sales del curro. Date una vuelta, pipea un poco, fíjate
en los demás, coño. El resto de personajes tiene su propia vida, sus matices,
su arco de transformación… Esto es así, aquí el más tonto tiene su meta
concreta, sus contradicciones, sus claroscuros. Algunos hacen deporte… Otros tienen
trabajos estimulantes… O viven experiencias al límite. ¿Pero tú?
Y mira que tienes opciones,
¿eh? Que te podrías elegir -qué
sé yo- un papelito corto,
te instalas en un estereotipo resultón, así, viril, de los que a ti te gustan.
Igual hasta meterte en alguna serie histórica de esas que dan ahora por la tele,
a darte de espadazos a pecho descubierto. Eso se paga bien. Pero tú, qué va.
Eres un cagón. Fútbol, motores y cubatas: sota, caballo y rey: Interviú, La Razón y Marca. Si por
lo menos tuvieras el valor de reconocer cuando te engancha la epifanía… Y la
afrontaras... Pero nada. Eres más duro que una piedra, eres débil. Cada mañana
lo mismo y cada noche lo contrario.
Yo no sé, Paco… Quizá el
problema no seas tú, sino yo. Puede que necesites otro narrador, esto ya no
tiene ningún sentido. Yo lo he intentado pero... No puedo seguir así, tratando de cambiarte a ver si, así,
algo cambia. Yo, de verdad...
En fin, como no dices nada… mejor me
En fin, como no dices nada… mejor me